The Unbound, de Victoria Schwab.

Aprender inglés me ha servido para leer maravillas como esta.

Tal vez deba comenzar diciendo que Victoria Schwab me cae bien. Su blog es inteligente y reposado. Y su cuenta de Twitter es un relato ingenioso y delirante del día a día en la vida de un escritor; algo muy difícil de conseguir en 140 caracteres. 

Claro, cuando le das 300 páginas, hace magia. 

The Unbound es la secuela de The Archived. Y debo decir que esta segunda parte queda justificada. No exprime la trama para conseguir un segundo libro. Simplemente continúa de forma natural donde la dejó. No añade personajes nuevos, no crece artificialmente. Toma el increíble mundo que había creado en The Archived y compone una novela sobre el rencor, la confianza y el amor que me ha resultado conmovedora. 

El punto de partida es sencillo. Alrededor de Mackenzie empieza a desaparecer gente sin explicación. Al mismo tiempo, ellan tiene pesadillas, no duerme, olvida periodos de tiempo. Duda. Duda de si misma, de que ya no sea válida como guardiana, de no poder proteger a los que quiere, de perder lo que tiene.

Es magnífico ver cómo crece su relación con Weasley. Mac descubre que su amigo tiene muchas más capas de las que parecía y alguna bastante oscura. Es la primera vez que veo ese quiero y no puedo, ese quiero pero no debo, llevado con elegancia. Descubre que tiene una vida al margen de ella, al margen del Archivo y de sus obligaciones como cuidador y que, a diferencia de ella, eso no lo consume.

Y, por último,están sus padres. Porque los padres, tan ausentes en otros libros juveniles, en estos están presentes. Forman parte de la vida de Mac. Se preocupan, se equivocan, la quieren.

La narración alterna el presente con recuerdos sin que los saltos interfieran en la cadena de acontecimientos. El ritmo es pausado, se toma su tiempo sin resultar lento. El vocabulario, pese a mi dominio precario del inglés, es preciso. Ha merecido la pena el uso del diccionario para captar cada matiz. 

Repito. Una maravilla digna de una relectura.