Propósitos de año nuevo y un puñado de reseñas.

Uno de los propósitos de año nuevo fue redactar una entrada con cada libro que me leyera durante el año. 

Llevo retraso, así que ahí van unas cuantas de golpe y en modo telegrama.

"La vida, el universo y todo lo demás", de Douglas Adams.

Siguen las desventuras de Arthur Dent por el universo. De nuevo una historia delirante, sin pies ni cabeza. Entretenimiento puro y duro.

Arthur Dent pasa el libro abrazado a una toalla, dejándose zarandear de una galaxia a otra y mirándolo todo con cara de perplejidad, preguntándose cómo ha llegado a dónde está y cómo puede salir de allí. 

Si le cambiamos la toalla por un expediente, este libro ha sido un resumen perfecto de mis tres últimos meses en el trabajo. 

"Fangirl", de Rainbow Rowell.

Cath comienza la universidad. Y debe hacerlo sola porque su hermana gemela ha decidido que necesitan distanciarse un poco. El problema es que Cath es una introvertida de manual, una tímida sin remedio que pasa más tiempo delante del ordenador escribiendo fanfic que mirando al mundo real. 

Fangirl es la clásica novela de crecimiento. Narra el viaje de Cath. No termina teniendo una personalidad explosiva, no le da un giro radical a su vida, pero consigue sentirse a gusto en su propia piel. Devoré el libro en un fin de semana. Hice mía la historia de Cath. Marqué párrafos para releerlos. 

Y es que ante una situación nueva yo también he querido encontrar en google las respuestas a las preguntas más sencillas como ¿dónde empieza la fila? o ¿dónde te puedes sentar?

¿Lo malo?

La traducción. Leí las primeras páginas en inglés y me da la impresión de que la traducción falla. Se pierde algo. ¿De verdad es posible traducir "creepy computer" por "ordenador mierdoso"? Si esa palabra ni siquiera existe. ¿No sería mejor desvencijado, destrozado, viejo...?

Y los "O sea"... no puedo con los "O sea".

"La música del silencio", de Patrick Rothfuss.

Esta fue una apuesta sobre seguro. 

Es la historia de Auri. Más o menos. En realidad es un libro curioso. No hay diálogos, sólo hay un personaje y no sucede nada. Y sin embargo me lo leí de un tirón y me pareció una historia preciosa.
Es una historia para mantenernos entretenidos mientras llega la tercera parte de Kvothe. Si. Ya lo sé. Y francamente, no me importa. Disfruté muchísimo y me pareció un ejercicio de estilo bellísimo.