Observe a su perro, de Desmond Morris.

Me dijo mi padre este fin de semana "¿Conoces a Desmon Morris? Es un etólogo. He encontrado un libro suyo que trata sobre perros. Es muy interesante". 
Mi padre tenía razón.
El fin de semana me hice con el libro y comencé a leerlo.
¡Está lleno de curiosidades!
Yo no hago más que decir. "Si, si. Eso es lo que hace T. Así que quería decir eso... No tenía ni idea"
Resulta que todos lo perros, sea cual sea su tamaño, son lobos. !Hasta el punto de que si cruzamos un perro con un lobo, su descendencia será fértil!
¿Y los ladridos? ¿Qué decir de los ladridos? Desmond Morris dedica un capítulo entero a distinguir entre gañidos, gruñidos, ladridos y aullidos. Un dato curioso: si su perro aúlla cuando usted canta, no se ofenda. Lo que está haciendo es unirse a su aullido para reunir a la manada (léase, familia).
De momento, mi capítulo favorito es el dedicado al movimiento del rabo. Cuando un perro mueve la colita no está contento. No siempre al menos. Ante dos estímulos igualmente poderosos (alegría-miedo, por ejemplo) el animal se paraliza y el exceso de energía debe liberarse de alguna manera. En este caso, agitando el rabo.
El autor pone el siguiente ejemplo: imaginen que son cachorrillos y es hora de mamar. Se acercan a mamá perro con el resto de los hermanos. Las tetillas estás muy juntas, lo que les obliga a juntarse a sus hermanitos. Pero ¡ay! el instinto de dominación ya se ha despertado en ustedes y se encuentran con dos estímulos igualmente poderosos. Por un lado, la leche de mamá perro, y por el otro, sus hermanos cachorros, a los que desean dominar y tirar de espaldas. Como tienen mucha hambre el resultado es un montón de cachorrillos que mamán con fruición y liberan la energía sobrante moviendo la colita. 
¿A qué es una maravilla?
Además, acariciar animales peludos tiene un efecto sedante, mitiga el estrés y ralentiza el ritmo cardiaco. Y como ejemplo gráfico, ahí va una fotografía de T. ejercitando sus capacidades sedantes. 


Comentarios

Entradas populares