Superficiales, de Nicholas Carr

¿Se notan distraidos ultimamente?

¿Les cuesta leer al estilo tradicional, empezando por la primera palabra y terminando por la última del texto?

¿Tienen problemas para concentrarse en una única tarea?

En mi caso, la triste respuesta es sí. Últimamente me sorprendo escaneando los libros en lugar de leerlos. Busco sólo aquellas palabras que me interesan y, cuando las encuentro, me doy cuenta de que he leído todo el texto pero no recuerdo nada.

Superficiales, de Nicholas Carr analiza este fenómeno. Viene a decir que cualquier tecnología, desde un mapa o un simple reloj, condiciona nuestra forma de pensar, reajusta nuestras sinapsis. 

¡Qué no va a hacer internet!

Nos hemos convertido en maestros de la multitarea. Levanten la mano si es habitual que tengan varias ventanas del navegador abiertas, y dentro de cada una, varias pestañas cargando. Al mismo tiempo,  imprimen un documento y ajustan las sangrías de lo que acaban de escribrir.

Internet nos ha hecho más capaces, más hábiles, podemos gestionar y desechar cantidades ingentes de información. Pero no podemos retenerla.

Al convertirnos en reyes del malabarismo informático estamos sacrificando la capacidad de pensar de modo lineal, ordenado y profundo. Ya no dedicamos tiempo a la búsqueda de información, ni la digerimos con cuidado. Sólo queremos cantidad.

Somos como esos ratones de laboratorio que accionan compulsivamente una palanca en busca de gratificación. Sólo que en lugar de una palanca nosotros tenemos un ratón (ojo al paralelismo, que no deja de ser irónico) y miles de enlaces que nos ofrecen información, igualmente satisfactoria e igualmente adictiva, pero poco sustanciosa.

Superficiales es un libro divulgativo, ameno y de fácil lectura, que realiza un recorrido por el nacimiento de la era informática y cómo ésta a influido en nuestra forma de procesar la información de un modo tan sutil, que no nos hemos dado cuenta.