NaNoWriMo 2012. Segunda semana.

Segunda semana. 

32.747 palabras y feliz.

Y agotada, porque escribir cansa. Cansa mucho.

Ese ha sido mi primer descubrimiento de la semana: escribir de forma constante, aunque sólo sea una hora al día agota. 

Esta semana me apetecía pasear, ver la televisión, leer o jugar con T. Cualquier excusa era buena para no sentarse a escribir. 

Pero obligarme a escribir ha dado resultado. Parece que un libro, bueno o malo, se escribe por desgaste; del teclado y de los dedos que teclean.

Mi segundo descubrimiento de la semana ha sido el siguiente: rindo mucho más cuando no veo las palabras que llevo escritas. Así pues, pongo el texto en pantalla completa, conecto el temporizador y cuando una hora después suena, me llevo una alegría enorme al ver entre 1.500 y 2.000 palabras escritas. 

De momento, no hay perlas que añadir, pero sí circunloquios inacabables, hábitos nuevos y sorprendentes de los personajes y mucha introspección y diálogo interno.