"Graceling" y "Fuego", de Kristin Cashore.

Aviso para navegantes: revelo parte del argumento, que para algo este blog es mío. Sin embargo, si lo hago bien, esta reseña será tan enrevesada que tampoco importará mucho.

Allá vamos.

Dos libros. 

Dos protagonistas femeninas atípicas. 

Katsa es una graceling. En su mundo, los graceling son seres con un ojo de cada color, dotados de una gracia que puede ser desde la habilidad correr muy rápido, hablar hacia atrás, tirar con el arco o leer la mente. La habilidad de Katsa es matar. Y eso, como es de esperar, la ha hecho temida y respetada, pero no querida. 

Fuego es un ser al que se conoce como monstruo. En su mundo, que por cierto está al otro lado del de Katsa, los monstruos son seres idénticos a cualquier otro (caballos, conejos, pájaros) pero dotados de colores insólitos y, sobre todo, capaces de cautivar a sus presas con su hermosura tornándolas indefensas. Fuego es la última monstruo con aspecto humano. Y resulta que cautivar a hombres y mujeres, resultar deseable hasta la demencia, no es algo bueno. 

Ninguna de las protagonistas está en una posición de partida cómoda. A esto se le añaden intrigas palaciegas, guerras inminentes, enemigos perversos y, como no, príncipes. Y aquí es cuando la historia se sale de los cauces normales de la literatura juvenil que ha pasado por mis manos.

Y es que a una de las protagonistas no le importa ser princesa, pero lo de tener hijos no lo tiene tan claro, así que opta por esterilizarse. (Si, lo he escrito bien). A la otra protagonista no le molesta compartir el lecho del príncipe, pero resulta el matrimonio y los hijos le dan grima.

Kristin Cashore crea dos protagonistas peculiares para los cánones habituales. Dos jóvenes con las ideas claras. Las decisiones que toman no son fáciles, exigen arrojo, pero las toman. Bien miradas las historias, si actuaran de otra manera la autora habría traicionado a los personajes. No es una postura habitual. Generalmente las protagonistas descubren en los últimos capítulos que quieren príncipe, boda, hijos, almohadones cómodos y comidas servidas a sus horas. 

Me han gustado. Me han gustado las historias y me han gustado, mucho, los personajes. 

En mi lista de libros pendientes aguarda la tercera parte "Bitterblue" y lo cierto es que no se muy bien qué esperar. Pero aguardo con ganas.

Hasta entonces, mis nuevas adquisiciones aguardan. Relectura de "Guía del autoestopista galáctico" y lo último de Edmund Crispin. ¡Si es que es tan fácil tenerme contenta!