Alicia y el monstruo.
Alicia tiene cinco años y su hermana Clara, siete.
Clara quiere su propio cuarto, con su propia cama y su propia ventana.
Así que esta noche se marcha, con su pijama y su bata floreada.
Y Alicia se queda sola, con el monstruo bajo la cama.
Su mamá le cuenta dos cuentos, uno de sirenas y otro de piratas.
Le enseña a contar ovejas saltando cercados.
“Buenas noches” le dice con un beso y apaga la luz y también se marcha.
Y Alicia se queda sola, con el monstruo bajo la cama.
Primero escucha un arañazo, luego un gruñido y después un aullido.
¡Es el monstruo bajo la cama!
Alicia se tapa las orejas y se mete bajo las sábanas.
Y cuenta ovejas de colores hasta llegar a cincuenta.
El monstruo protesta y la cama tiembla.
Alicia se sienta “¡No hagas eso, que pierdo la cuenta!”.
El monstruo saca una garra y tira de la manta.
Y arrastra la manta y la sábana bajo la cama.
Alicia piensa muy fuerte y de un salto corre hasta el armario.
Y tira bajo la cama un par de calcetines, un jersey y un gorro de lana.
El monstruo bajo la cama suspira feliz.
Y le devuelve la manta y la sábana.
Alicia se asoma con cuidado y ve al monstruo acurrucado.
Es pequeño y está asustado.
“¿A ti también te han dejado solo en el cuarto?
Es una lata. ¡Un latazo!
Me sé un cuento de una sirena y otro de un pirata.
Y sé contar ovejas saltando cercados.”
Clara quiere su propio cuarto, con su propia cama y su propia ventana.
Así que esta noche se marcha, con su pijama y su bata floreada.
Y Alicia se queda sola, con el monstruo bajo la cama.
Su mamá le cuenta dos cuentos, uno de sirenas y otro de piratas.
Le enseña a contar ovejas saltando cercados.
“Buenas noches” le dice con un beso y apaga la luz y también se marcha.
Y Alicia se queda sola, con el monstruo bajo la cama.
Primero escucha un arañazo, luego un gruñido y después un aullido.
¡Es el monstruo bajo la cama!
Alicia se tapa las orejas y se mete bajo las sábanas.
Y cuenta ovejas de colores hasta llegar a cincuenta.
El monstruo protesta y la cama tiembla.
Alicia se sienta “¡No hagas eso, que pierdo la cuenta!”.
El monstruo saca una garra y tira de la manta.
Y arrastra la manta y la sábana bajo la cama.
Alicia piensa muy fuerte y de un salto corre hasta el armario.
Y tira bajo la cama un par de calcetines, un jersey y un gorro de lana.
El monstruo bajo la cama suspira feliz.
Y le devuelve la manta y la sábana.
Alicia se asoma con cuidado y ve al monstruo acurrucado.
Es pequeño y está asustado.
“¿A ti también te han dejado solo en el cuarto?
Es una lata. ¡Un latazo!
Me sé un cuento de una sirena y otro de un pirata.
Y sé contar ovejas saltando cercados.”
El monstruo bajo la cama saca una garra.
Y Alicia se la aprieta muy fuerte.
Y le cuenta un cuento de sirenas y otro de piratas
y otro de monstruos que viven bajo las camas.
Y Alicia se la aprieta muy fuerte.
Y le cuenta un cuento de sirenas y otro de piratas
y otro de monstruos que viven bajo las camas.
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