El circo de la noche, de Erin Morgenstern

Confieso que los libros amontonados en pilas en la librerías me hacen desconfiar.
Si en la contraportada de esos libros aparecen palabras como "digno heredero de Harry Potter" o "en la línea de Romeo y Julieta" los dientes me chirrían, me sale un sarpullido y tengo alejarme. 
Eso me pasó con el Circo de la noche. 
Lo vi en una gran pila, leí reseñas y desconfié. 
Se lo compré a una amiga y ni siquiera lo ojeé. 
Luego, trasteando por Internet llegué a la página web de su autora y descubrí que lo había escrito a lo largo de sucesivos NaNoWriMos desde el año 2003. 
Me picó la curiosidad.
Me descargué las primeras páginas de libro de su página web y no me disgustaron.
Seguía sintiendo curiosidad.
El sábado pasado me encontré sin nada que hacer, con un vale de descuento de diez euros y con una porción de curiosidad insatisfecha.
"Bueno. Saldré y lo compraré" me dije después de asomarme por la ventana y comprobar que corría el aire.
Lo empecé a leer el sábado por la noche y lo terminé el lunes por la tarde. Después, me preparé una taza de té y lo empecé de nuevo.
Me ha gustado mucho, mucho, mucho.
Veamos, por dónde empiezo... 
Imaginen un circo sin color, todo negro, gris y blanco. Imaginen dos magos obligados por una apuesta de sus maestros a un singular combate de magia. Imaginen una corte de personajes secundarios entrañables. 
Luego abran el libro y empiecen a leer. Presten mucha atención al nombre de cada capítulo y a las fechas porque se encontrarán con tres historias entrelazadas. Una, la de Celia, Marco y el combate de magia. Otra, la de Bailey, Poppet y Widget, que a medida que crecen cobran más protagonismo. En la tercera historia el protagonista es el lector, es él quien serpentea por los caminos grises, quien recorre una carpa tras otra y se sorprende con cada actuación. 
Erin Morgesntern ha cogido estas tres historias y, como si cada una de ella fuera un mazo de cartas independiente, las ha barajado y las ha extendido en un abanico para que el lector vaya levantado una carta, un capítulo, tras otro. 
Y todo ello envuelto en el aroma de manzanas de caramelo, vainilla y ratones de chocolate con colas de regaliz.
Maravilloso. 

Comentarios

  1. acabo de leer los "como se llamen" del mes de julio. Yo también estoy en el pueblo,como Trilobites, pero en casa.
    Ya me dejarás el libro del que hablas. La entrada de T. me ha encantado.
    En cuanto a tu tarea como escritora, yo sigo disfrutando de lo que leo en el blog. Así que no me importará leer algo más largo. Seguro que me gusta.
    Espero que el mes de agosto sea llevadero.
    Besos de todos los que estamos por aquí.

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  2. ¡Muchas gracias!
    Buscaré algún relato del taller que no espante mucho y te lo enviaré.
    Besos a todos los que estáis allí.

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