Night of Cake and Puppets, de Laini Taylor.

En el mercado anglosajón las llaman "companion novels". Lo que es lo mismo: novelistas de acompañamiento. Básicamente consisten en seguir al personaje secundario durante cien o ciento cincuenta páginas. Mal hecho da como resultado un montón más de páginas que vender. Bien hecho expande el universo que el autor ha creado en lo que podríamos llamar su novela principal, da al secundario un protagonismo que lo termina de redondear y proporciona un disfrute añadido a la historia que ya se conoce. 

Laini Taylor lo hace bien. Muy bien. 

"Night of Cake and Puppets" (Noche de tarta y marionetas) se cobija dentro del primer libro de su trilogía. Mientras Karou está recorriendo el mundo en busca de deseos que le permitan regresar con su familia, Zuzana se dedica a la tarea de enamorar a Mik. Con la ayuda de unos cuantos deseos. 

Seamos claros. No son los deseos los que lo enamoran. Zuzana no los utilizaría así. Ella es una artesana de las marionetas y lo que hace es transformar Praga en un escenario a su servicio en el que los deseos redondean la puesta en escena. 

Tanto Zuzana como Mik tienen calado como para ser protagonistas durante cien páginas. Más incluso. Pero es sobre todo Zuzana quien se hace con el protagonismo. Zuzana y su sentido del humor corrosivo, su carácter fiero se apoderan de las páginas. Y la vemos dudar y dolerse y emocionarse. 

Me la leí en un día griposo, mientras estaba pocha en el sofá. Y fue un consuelo. Una buena forma de pasar una tarde mala. 

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