De películas a libros.

Una noche hace mucho, mucho tiempo, cuando las películas se grababan en cintas de vídeo negras y aparatosas, vi comenzar una película, me hizo gracia, y la puse a grabar. La película se llamaba "Cold Comfort Farm" y estaba basada en "La hija de Robert Poste", de Stella Gibbons. Por aquel entonces la editorial Impedimenta todavía no existía, así que me hice con el libro en inglés aprovechando un viaje a Londres. Lo leí y me encanto. Cuando el libro se publicó en español también lo leí, y también me encantó. Luego vinieron más de la misma autora: "Flora Poste y los artistas" y "Westwood".
Cualquier película de Miyazaki es un gozo de ver. Y si en la película sale un demonio de fuego que se llama Calcifer, y un mago petulante de nombre Howl, más. Estoy hablando de "El Castillo Ambulante", basado en un libro maravillo de Diana Wynne Jones del mismo nombre. Luego me hice con "El castillo en el aire" y "El Castillo de las mil puertas".
Y, por supuesto, "Desayuno con diamantes", de William Wyler. Vi esta película por primera vez también en la época de las cintas de vídeo, unos cuantos años antes de Internet. La vi tantas veces que la cinta se estropeó. Por casualidad se me ocurrió preguntar en la librería si tenían un libro del mismo nombre y resultó que sí. Lo había escrito un tal Truman Capote., del que yo no había oído hablar.  Después de ese libro llegaron todos los demás que pude encontrar.
Es curioso cómo llegan los libros a nuestras vidas.

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