Microcuento: La estación de paso.


Al principio me preguntaba si esto sería el limbo. 
Podría serlo. Hay trenes que llegan y parten con regularidad. Traen y se llevan pasajeros. Nunca he visto las taquillas abiertas, pero eso no parece importar. Según dicen, los billetes aparecen en el bolsillo de uno cuando llega el momento.
Luego di con la librería. Está ahí mismo, nada más pasar los servicios. 
Reconocí los autores en las estanterías: Austen, Brontë, Capote, Dahl, ...
Pero no reconocí los títulos. 
Ninguno.
Me alarmé al pensar que mis recuerdos se borraban. 
El dependiente se acercó. Llevaba un ejemplar de "Sanditon" bajo el brazo.
- Respira hondo, querida -me dijo-. También ellos estuvieron atrapados en esta estación de paso. Tuvieron tiempo de sobra para terminar de escribir lo que dejaron incompleto. 
Dejó de importarme dónde estaba.
Aquí me sobra el tiempo para leer. 


Comentarios

Entradas populares