Lunes de diccionario. Cojonera.

cojonera
mosca cojonera
1. f. coloq. Persona molesta.



El señor Aguiluz entró con calma en la oficina de Byron Pearson, dueño y director general de Industrias Pearson, líderes en fabricación de componentes electrónicos. Se sentó en la silla libre frente al escritorio de su jefe y observó el despacho con curiosidad. 
Byron Pearson, que estaba acostumbrado a temblores y lloros de los empleados en su presencia, se descolocó ante la tranquilidad de su empleado. 
—Señor Aguiluz —comenzó e hizo un chasquido con la lengua, señal de que no estaba contento.
El señor Aguiluz no tembló, no palideció. Sencillamente se inclinó en la silla en un gesto de cortés interés. Byron Pearson decidió dejarse de sutilezas.
—Señor Aguiluz, no estoy contento con usted. Nada contento.
La expresión del señor Aguiluz se ensombreció. Una arruga apareció entre sus cejas. No era el llanto desconsolado que Byron Pearson hubiera esperado, pero tendría que servirle. 
—Cuando le contraté, lo hice porque me aseguraron que era el mejor del mercado. Le pedí expresamente que desarrollara una estrategia que nos diera ventaja frente a nuestros competidores en las negociaciones. En un mes he puesto a su disposición fondos con los que otros departamentos soñarían. Y usted, no sólo no ha desarrollado nada, sino que ni siquiera se ha gastado el dinero. 
El señor Aguiluz sonrió. ¡Sonrió!
—Ah, eso. Lo resolví en cuanto llegué. Pensé que me llamaba por algo peor. Tome —sacó una caja de cartón de tres centímetros por cuatro del bolsillo y la dejó sobre la mesa.
Byron Pearson contempló la caja sin tocarla. Había aprendido a no tocar nada que saliera del departamento de desarrollo sin preguntar antes. 
—¿Qué es?
—Lo que usted me pidió. Una ventaja en las negociaciones. Esto distraerá a su rival de tal manera que perderá toda capacidad de concentración, lo irritará, deseará salir de la habitación y le concederá lo que sea con tal de poder escapar. Puede utilizarlo en las horas previas a las negociaciones o durante  las mismas o, si se siente especialmente perverso, cuando ya lo haya derrotado. 
La caja zumbó y se movió unos milímetros. 
—Pero ¿qué es? ¿Un suero? ¿Una pastilla? ¿Un aerosol?
El señor Aguiluz sonrió enseñando los colmillos. 
—Es una mosca cojonera.

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