Lunes de diccionario. Tragasables.

tragasables

1. m. y f. Artista de circo cuya actuación consiste en tragarse armas blancas.

La Armería Hnos. Vicente llevaba doscientos años de puro trabajo artesanal y eso se notaba en el producto: sables tan afilados que podían sacar tres cortes de un cabello, mosquetes con la culata labrada con tal detalle que contaban pasajes enteros de la vida de su propietario, revólveres que apenas dejaban estrías en las balas, navajas hechas a la palma de la mano de quien pagaba por ellas, tan precisas que no se abrían en ninguna otra mano. 

Pero su especialidad eran los sables: equilibrados como ningún otro, con empuñaduras estudiadas al peso, altura y carácter del cliente. Sables que vibraban al cortar el aire. Sables tan temperamentales que eran forjados teniendo en cuenta el clima en el que iban a vivir.

Benjamín Vicente, el más joven de los descendientes de los primeros Hnos. Vicente aguardaba a que su tío, al teléfono, terminara de tranquilizar a un cliente. Un sable aguardaba sobre el mostrador de la tienda, engrasado y pulido hasta cortar la luz.

—Si, señor. Cumple con todas sus indicaciones, por supuesto, menos con las que no podía cumplir. No me negará que se quitó unos kilos cuando nos dio sus medidas. Ahora mismo sale para Praga. Si, señor. No debe preocuparse. Un producto así no viaja de cualquier manera. Mi sobrino en persona lo llevará. 

Colgó con un suspiro. 

—Me preguntaba si lo envolveremos bien en papel de burbuja ¿Puedes creerlo? —le tendió un billete de tren—¿Estás listo?

—Por supuesto, tío —dijo Benjamín. Con destreza abrió la boca hasta desencajarla y muy despacio, se tragó el sable, incluyendo la empuñadura. Eructó, cerró la boca con un chasquido y se estiró.

—¿Estás cómodo? —preguntó su tío. 

—Si —carraspeó—. Sí —repitió con más firmeza. 

—No te entretengas. Cuando vuelvas la espada de señor Akihiro estará lista para entregar.