Sobre protagonistas no tan buenos

¿Los protagonistas deben ser buenos, un dechado de virtudes sin ninguna imperfección?
Nada más lejos de la realidad.
¿Algunos ejemplos?
Howl, el mago más grande de todo Ingary, dueño de El Castillo Ambulante. Prepotente, caprichoso, voluble, presumido... y, por supuesto, con un poso de bondad muy muy adentro que no resta presencia a ninguna de las otras... ¿cualidades?
Hace tiempo leí la conjura de los necios. Nunca en mi vida me ha irritado tanto un personaje de ficción. Ignatius J. Reilly. Lo recuerdo como un inutil engreido al que, sin embargo, las cosas no le salían mal del todo. Una bofetada al Karma, vamos.
Sherlock Holmes, mi favorito. Drogadicto, supuestamente misógino, presto a señalar las faltas ajenas, insensible con el pobre Watson y tan infalible que resulta exasperante. Arthur Conan Doyle logró crear un personaje tan real que recuerdo haber leído que durante los bombardeos de Londres su domicilio, el 221b de Baker Street, quedó destruido.


Comentarios

  1. Nuevo intento de enviar comentario.
    Autores y actores Coinciden en afirmar que prefieren personajes malvados, malos, a los que son buenos, y especialmente si son buenos en demasia.
    En la vida y entre las personas son mas reales las que entran en la gama de los grises que aquellos que son buenos o malos de una pieza.
    No se manejar todavía las tildes.

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