Instrucciones para tratar con un introvertido.

Al hilo de la entrada anterior, ahí van unas cuantas instrucciones para cuidar de un introvertido. Como están sacadas de internet no tengo forma de atribuir su autoría. Y como las he traducido yo... bueno... digamos que suenan mejor en inglés. 

Padres, amigos, profesores... ¿Listos? Vamos allá.

1. Respeta su necesidad de privacidad.

2. Nunca los avergüences en público.

3. Dale tiempo para examinar una situación nueva. 

4. Dale tiempo para pensar. No pidas una respuesta inmediata. 

5. No los interrumpas.

6. Avísales de antemano de cualquier cambio inesperado en sus vidas. 

7. Avísales con quince minutos de antelación para que terminen lo que quiera que sea que estén haciendo.

8. Regáñales en privado. 

9. Enséñales habilidades nuevas en privado. 

10. Permíteles encontrar un mejor amigo que tenga los mismos intereses y habilidades. 

11. No los empujes a hacer montones de amigos.

12. Respeta su necesidad de introversión. No trates de reconvertirlos en extrovertidos. 

Y una advertencia (Y también mi pequeña venganza por tantos "¡Habla más! ¡Hablas poco!"):  Si la mayoría de los introvertidos son, como dice Susan Cain, hiperreactivos y extremadamente sensibles, eso significa que tienes muchas posibilidades de que la persona que está mirando la fiesta desde un rincón  se de cuenta de todo. Absolutamente de todo. Un introvertido es un profesional de la observación extremadamente discreto. Ten presente que captará esa inflexión de la voz, verá el temblor del labio y si miras más de la cuenta a quien no debes. No te dirá nada, porque estará hiperventilando, taquicárdico y deseando salir de allí, pero se habrá dado cuenta de todo.

Subestímanos, querido lector, si así lo deseas. Pero hazlo bajo tu responsabilidad.